La nueva directiva del Tribunal Supremo Electoral (TSE) tendrá la responsabilidad de mantener la imagen institucional, mostrar estabilidad y dar credibilidad a la ciudadanía porque asumirá la responsabilidad de organizar, dirigir y garantizar unas elecciones generales que, por su trascendencia, requieren solvencia técnica, imparcialidad política y solidez institucional, coincidieron analistas.
La Sala Plena del TSE debe reunirse hoy a partir de las 10:00 para elegir a quien presida la máxima instancia electoral del país; sin embargo, poco se sabe sobre los criterios que se utilizan para tomar esta decisión.
“La elección del nuevo presidente del TSE se dará en un ambiente reservado, en una reunión cerrada, solemne y de carácter decisivo, donde se congregan bajo estrictas normas de secreto y aislamiento”, sostuvo el analista Israel Quino.
De acuerdo con la Ley del Órgano Electoral el nuevo presidente debe ser elegido por mayoría absoluta y no puede darse la reelección de Óscar Hassenteufel; aunque puede asumir la vicepresidencia.
Sin embargo, hay la posibilidad de que el nuevo presidente del TSE pueda ser precisamente el vocal designado por el Ejecutivo como sucedió en periodos anteriores con la nominación de Wilfredo Ovando y Salvadorr Romero, designados por los mandatarios de turno.
En caso de elegir a un vocal antiguo, este estaría en el cargo hasta diciembre de este año, pero en caso de que se elija como presidente al delegado presidencial, Gustavo Ávila, este podría permanecer en el cargo por dos años.
Por su lado, el exvocal Gonzalo Lema, explicó a Visión360 que, en teoría, no existen posturas partidarias y prima el criterio institucional colegiado para lograr un consenso y apoyo de los vocales que votarán. En su experiencia, para dicha sesión de sala plena, se maneja un solo nombre y es un procedimiento relativamente fácil, explicó.
Quino mencionó la importancia de los consensos porque la presidencia no puede quedarse bajo su mando interino, estarían quebrando de igual modo un principio democrático de representación institucional. “No se trata únicamente de una decisión administrativa, está en juego la credibilidad institucional del órgano encargado de organizar el proceso electoral más importante del país”, sostuvo.
La Sala Plena debe asumir una decisión que trascienda lo formal y responda a la necesidad de generar confianza y certidumbre en la población, dijo Quino.
Sólo hay reelección por una sola vez
El artículo 18 de la Ley 018, señala en el parágrafo I: “La presidenta o el presidente, y la vicepresidenta o el vicepresidente del TSE, serán designados en sala plena por mayoría absoluta de las o los vocales en ejercicio. Ejerce esta función por dos años, con derecho a reelección por una sola vez para el mismo cargo”.
Se complementa: “La Vicepresidenta o el Vicepresidente del TSE, ejercerá interinamente la Presidencia en caso de impedimento o ausencia temporal de la Presidenta o el Presidente”.