En medio de la profunda crisis económica que atraviesa el país, el sector de las micro y pequeñas empresas (Mypes) busca acuerdos directos con sus trabajadores para congelar los salarios vigentes, a pesar del incremento salarial del 10% al salario mínimo nacional y 5% al haber básico anunciado por el Gobierno.
Juan Carlos Vargas, dirigente de Fedemype Santa Cruz, expresó que la medida gubernamental genera “incertidumbre e impotencia” entre los pequeños empresarios, que luchan por sostener sus unidades productivas en un escenario marcado por la escalada del dólar paralelo, la inflación en insumos importados y una caída generalizada en las ventas.
“La única forma de sobrevivir es dialogar con nuestros trabajadores. Muchos nos ven como una familia, y vamos a buscar acuerdos internos para mantener los sueldos como están, al menos temporalmente. Ellos mismos piden preservar sus empleos, incluso si eso significa renunciar a un aumento”, explicó Vargas.
El dirigente aseguró que la relación cercana con sus empleados permite este tipo de negociaciones directas, al margen del decreto gubernamental. Según Vargas, los trabajadores temen más por la estabilidad laboral que por el incremento de sus ingresos.
“El problema no es solo el alza salarial. Nos enfrentamos a una caída de hasta el 75% en las ventas en comparación con hace 18 meses. Los costos de producción han subido y muchos no podemos pagar los créditos bancarios. Hay compañeros que están perdiendo sus casas por remates judiciales”, lamentó.
Vargas, que lidera un taller textil dedicado a la confección de uniformes industriales, señaló que la baja demanda afecta especialmente a sectores manufactureros como el textil, el cuero, la metalmecánica y el mueble. “Hoy la gente solo prioriza salud, educación y comida. Comprar ropa o amoblar la casa ya no es prioridad”, dijo.
No obstante, el Gobierno asegura el incremento salarial permitirá que las familias recuperen el poder adquisitivo.
“Yo creo que es un acuerdo absolutamente racional que va a permitir a la economía funcionar, recuperar también el consumo de las familias y el ingreso familiar, que va a permitir, a su vez, mantener y tener un consumo adecuado para garantizar el bienestar de todas las familias bolivianas”, dijo el presidente, Luis Arce.