Con una inversión superior a los Bs 5,4 millones, el Gobierno, mediante el Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS), entregó la moderna Planta Procesadora de Cereales del municipio de Tarata, ubicada en la provincia Esteban Arce del departamento de Cochabamba.
La inauguración se realizó en el marco de las 200 Obras del Bicentenario y con el objetivo de fortalecer la infraestructura productiva y social del país.
Durante el acto protocolar, el director ejecutivo de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes, Cristián Mamani, destacó el impacto positivo de la planta en la economía local, subrayando que «esta obra mejorará la rentabilidad de los cereales y fortalecerá a los pequeños productores comunitarios, mediante la incorporación de valor agregado y la integración de iniciativas de transformación productiva».
Esta factoría no solo permitirá diversificar la producción agrícola, sino también generar empleo directo e indirecto, beneficiando a 1.200 familias productoras y a más de 8.200 habitantes de Tarata y sus cantones, entre ellos Pampa Mamata, Izata, Huerta Mayu, Huayculi y Huasa Rancho.
Gracias a esta planta, se producirá y distribuirá desayuno escolar nutritivo a un total de 2.927 estudiantes: 2.037 alumnos del área urbana, quienes recibirán productos como pan, galletas, bizcochos, queques y empanadas; y 890 estudiantes del área rural, beneficiarios de bebidas tradicionales como tojorí y api.
La planta cuenta con siete líneas de producción y una capacidad anual de procesamiento de 53,10 toneladas de cereales, incluyendo trigo y maíz, principales cultivos de la zona.
Entre los productos elaborados se encuentran: pan con queso (40 g), queques de vainilla (40 g), bizcochos, empanadas (40 g) y tojorí.
La zona de Tarata produce anualmente 1.760 toneladas de trigo y 150 toneladas de maíz, y la nueva planta permitirá aprovechar al máximo estos cultivos, consolidando al municipio como referente agroindustrial del Valle Alto cochabambino.
La moderna planta está ubicada a solo 43 kilómetros de la ciudad de Cochabamba y aproximadamente a una hora de viaje. La infraestructura se constituye en un eslabón clave para dinamizar el comercio local, garantizar la seguridad alimentaria, y mejorar la calidad de vida de miles de familias campesinas.