Elecciones dan un respiro y estabilizan cambio del dólar

La incertidumbre económica que rondaba en Bolivia de cara a las elecciones generales del 17 de agosto parecía anticipar un escenario de mayor inestabilidad en el mercado cambiario. Sin embargo, la confirmación de una segunda vuelta entre candidatos de oposición ha dado un inesperado respiro al precio del dólar, que en lugar de dispararse, mostró una tendencia de estabilidad en los últimos días.

El analista económico Fernando Romero explicó que el monitoreo constante del dólar digital, a través del USDT —activo que ha cobrado protagonismo en la economía boliviana— reflejó el impacto directo de la jornada electoral. “Un día previo a las elecciones había cerrado en 13,63 bolivianos. El día de la votación llegó a un pico de 14,50, pero al finalizar la jornada con los resultados preliminares cerró en 13,70 bolivianos”, precisó.

Según Romero, lo que parecía ser una jornada de alta volatilidad se transformó en un factor de relativa calma. Manifestó que se esperaba mayor inestabilidad el día de las elecciones, pero la confirmación de que serán dos líderes opositores quienes pasen a la segunda vuelta ha generado certidumbre. “La demanda se contuvo y eso hizo que el precio se mantenga sin sobresaltos”, sostuvo.

En el inicio de esta semana, el dólar digital incluso mostró una leve baja, cerrando en 13,47 bolivianos. Para el analista, este comportamiento envía una señal de confianza a los agentes económicos, tanto dentro como fuera del país, que ven con optimismo la posibilidad de un cambio en el modelo de gestión económica.

Romero considera que de aquí hasta la segunda vuelta, prevista para octubre, no se esperan movimientos bruscos en el tipo de cambio. “Lo más probable es que tengamos un escenario de mayor certidumbre, con estabilidad en el dólar durante los próximos dos meses. Ni hacia arriba, ni hacia abajo”, aseguró.

No obstante, advirtió que la estabilidad coyuntural del mercado cambiario no resuelve las debilidades estructurales de la economía boliviana. Enfatizó que el verdadero punto de inflexión será el 19 de octubre, cuando se conozca quién será el próximo presidente y a partir de ello se marcará el inicio de una etapa de estabilización, pero siempre y cuando venga acompañada de medidas estructurales.

Entre esas medidas, Romero mencionó una posible devaluación, el reajuste en la subvención de carburantes y, principalmente, una reducción significativa del gasto público. Ve necesario bajar el déficit fiscal al 5% para dar sostenibilidad a la economía, ya que sin esos correctivos, la certidumbre que hoy se percibe puede convertirse en un espejismo.

Consultado de cómo ve el comportamiento de la economía nacional en estos casi tres meses de gobierno que aún le queda a Luis Arce, Romero advirtió que la probabilidad es a que empeore, porque para mejorarla se necesitan medidas estructurales y un fuerte componente de liquidez que este gobierno no va a poder obtenerlo en este periodo de transición.

SourceEl País

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