El ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, afirmó que las medidas contenidas en el Decreto Supremo 5503 no responden a decisiones del inicio del gobierno de Rodrigo Paz, sino que son la consecuencia directa de años de mala administración económica. En ese marco, pidió a los sectores que anuncian paros y bloqueos que comprendan la magnitud de la crisis y respalden los ajustes como la única vía para estabilizar el país.
“No tenemos otro camino. Hemos heredado esta situación. Estas medidas no son el inicio de nuestro gobierno, son la finalización de un ciclo populista que nos llevó a esta crisis. Si no las tomamos, vamos a seguir cayendo y caeremos tan bajo que será casi imposible recuperarnos”, sostuvo Lupo en una entrevista con EL DEBER.
El ministro, que también es economista, aseguró que Bolivia aún está a tiempo de revertir el deterioro económico. “Podemos girar, podemos tener un futuro con esperanza, pero ese futuro exige un esfuerzo compartido entre todos los bolivianos”, remarcó.
Un ajuste “pensado” e integral
Lupo defendió el decreto como un instrumento de política económica integral, orientado a combinar estabilidad macroeconómica, protección social y alivio para el sector productivo.
“No es una medida improvisada. Integra estabilidad, protección social, destrabe de burocracias y reducción de sobrecostos para el sector productivo, además de oportunidades para los sectores más vulnerables, que serán protegidos con bonos y con el salario mínimo”, explicó.
¿Por qué ahora y antes de Navidad?
Consultado sobre el momento elegido para anunciar el ajuste, Lupo descartó cualquier cálculo político. “Esto se hizo cuando se pudo hacerlo. Como dijo el presidente Paz, cuando uno está enfermo no se fija si es Navidad o Año Nuevo: va al médico en cuanto puede. Eso es lo que ocurrió”, sostuvo.
A su juicio, las reacciones sociales eran previsibles. “Es normal que haya preocupación, pero la sociedad sabe que era la única manera. Hace pocos meses, el transporte pasaba dos o tres días haciendo fila, sin dormir ni comer, y hasta hubo fallecidos en Paraguay intentando conseguir combustible. Esa situación era insostenible”, afirmó.
Pasajes y estructura de costos
Sobre los anuncios de incremento de tarifas del transporte público, Lupo fue categórico. “El combustible no representa más del 20% en la estructura de costos del transporte, según estudios municipales y los nuestros. Por tanto, es inaceptable que los pasajes suban por encima de ese porcentaje”, señaló.
Añadió que el Gobierno redujo otros costos del sector. “Se estableció arancel cero para repuestos, llantas, neumáticos y baterías. Estamos buscando un equilibrio realista. ¿De qué sirve un combustible barato que no existe y que no permite trabajar ni la mitad de la semana?”, cuestionó.
“El subsidio fue un mecanismo para saquear al país”
Lupo reveló que, al asumir el Gobierno, se identificaron dos grandes focos de corrupción heredados de la gestión anterior: la subvención a los combustibles y la creación de empresas públicas deficitarias.
“Uno fue la subvención y el otro la creación de empresas públicas e industrias que no funcionan, donde se invirtieron millones de dólares de nuestras reservas. Hoy solo tres empresas son rentables: YPFB, Ende y Comibol”, afirmó.
Sobre el subsidio, fue aún más duro: “Importábamos diésel y gasolina a precio internacional, los subvencionábamos y luego unos cuantos sinvergüenzas los sacaban de contrabando para venderlos afuera. Ese fue uno de los instrumentos para saquear al país. Con la plata de todos, se subvencionaba un combustible que ni siquiera existía en el mercado interno”.
No hay marcha atrás
Finalmente, el ministro dejó en claro que el Decreto Supremo 5503 no es negociable.
“Este no es un instrumento de capricho. Es el único camino posible, responsable y consciente para estabilizar la economía, evitar que la gente se empobrezca más y sacar al país adelante. No es un instrumento de negociación, es una decisión de Estado”, concluyó.

















