Las familias afectadas por las inundaciones en el municipio de Tipuani suman 600 y su situación se agrava debido a la escasez de diésel, con el cual deben funcionar las bombas de drenaje, usadas para extraer las aguas servidas estancadas, que son un foco importante para provocar enfermedades de diferente tipo entre los damnificados.
“Hasta el momento, a Tipuani no ha llegado ayuda ni del Gobierno central ni del alcalde (Fernando Vera). Ahora vemos que tampoco se puede hacer mucho, porque lo que se necesita es diésel, que escasea, para las bombas que sacan las aguas servidas que se están estancando. Hay cooperativas (mineras) que están ayudando, como la Cooperativa Germán Bush y Litoral, pero no es suficiente si no hay diésel”, lamentó la presidente del Concejo Municipal de Tipuani, Angélica Alejandro, en contacto con EL DEBER.
La concejal recordó que desde ya varios años el nivel del lecho del río Tipuani comenzó a subir, al momento está 10 metros por sobre el nivel de la población capital. Este fenómeno se debe a los trabajos irresponsables que realizan los cooperativistas auríferos, que no cumplen con la reposición de suelos y que descargan los desechos de los desmontes al fondo del caudal, según explicó la concejal.
Debido a ese hecho, cada vez que se registran grandes periodos de lluvia, el caudal se desborda e inunda las comunidades. Desde el jueves, explicó la concejal, en la población de la Rinconada ya se derrumbaron 13 casas y existen unas 150 familias afectadas, las que perdieron sus objetos de valor.
En la población capital de Tipuani la riada inundó los barrios Lindo, Central, Satélite y Costanera, que representan al 40% de la zona urbana. El agua llegó hasta un metro de altura en la plaza principal. “Deben ser el mismo número de familias afectadas que en enero y febrero, unas 450”, sostuvo Alejandro.
EL DEBER trató de corroborar la información y conseguir las cifras oficiales de la Alcaldía de Tipuani. Sin embargo, su titular, Fernando Vera, a quien se llamó y escribió mensajes de texto con las consultas, se negó a dar los datos.
“Con todo respeto te invito a que vengas a ver la situación, todos podemos hablar”, fue la respuesta que dio Vera a este medio, en un breve mensaje de texto. No es la primera vez que el alcalde se niega dar información.
Durante la inundación que duró siete meses, desde diciembre de 2024, hasta junio de este año, el alcalde no atendió las consultas de la prensa, sobre la cifra total de damnificados e infraestructura deteriorada, pese a los millonarios montos que se destinaron a este municipio en ayuda humanitaria y equipamiento, desde la Gobernación de La Paz y el Viceministerio de Defensa Civil.
Peleas en la Alcaldía
Jimena Pérez, vecina de la Rinconada y exrepresentante del Comité de Emergencias, responsabilizó de las inundaciones a las malas prácticas de los cooperativistas mineros, pero también al alcalde Vera y los miembros del Concejo Municipal, por mantener peleas institucionales que traban la gestión e impiden que se ejecuten soluciones estructurales.
No obstante, Pérez afirmó que tanto Vera como los concejales visitaron las zonas afectas y entregaron “algo de ayuda”, que no es suficiente para las familias que perdieron sus casas, algunas por segunda y tercera vez, debido a inundaciones que se repiten desde 2018.
Pérez señaló que se les anunció la llegada de siete toneladas de ayuda humanitaria, pero desconocen la procedencia y creen que las últimas nevadas y las constantes lluvias impiden el ingreso de los camiones con esta carga.
Sin puente y con precios altos
La vecina recordó que desde el mes de febrero Tipuani no cuenta con puente de acceso y se usan pontones para cruzar vehículos y pasajeros.
Este factor, explicó Pérez, también encareció los precios de los productos de la canasta familiar, por lo que piden a las autoridades implementar soluciones de largo plazo y estructurales.
Los vecinos de Tipuani denuncian que las cooperativas, varias de ellas controladas por súbditos chinos, incrementaron la maquinaria pesada con la que realizan extensos y descontrolados desmontes, cuyos desechos provocaron el cambio del curso del río y han puesto en riesgo la existencia de todas las áreas pobladas en ese municipio.



















