A pesar de haberse achicado la frecuencia de llegada de productos agrícolas de contrabando a Santa Cruz, la venta de hortalizas como la papa y la cebolla, procedentes del Perú, continúa vendiéndose, pero ahora “a pedido” del cliente. Así lo confirmó EL DEBER en un sondeo realizado por el mercado mayorista Abasto, donde los comerciantes consultados confesaron que últimamente llega papa solo para entregas específicas y ya no para venta libre.
Esta situación se da a pesar de que los precios del producto extranjero están por encima de los nacionales, que oscilan entre Bs 22 y 30 por arroba, dependiendo del tamaño y la calidad del tubérculo. “Son los polleros (los restaurantes que venden pollo) los que llevan la papa peruana, porque es más grande para servir papa frita”, aseguró una comerciante que no quiso identificarse.
Otra intermediaria, conocida por importar papa peruana, visiblemente molesta por la consulta, manifestó que las importaciones que realiza son absolutamente legales y “con póliza” y descalificó las protestas de los productores en Cochabamba: “Ellos no saben cómo uno importa. Nosotros pagamos impuestos en la Aduana y ellos no aportan nada”, opinó.
El presidente de la Asociación de Horticultores y Fruticultores de Santa Cruz (Asohfrut), Iver Miranda, confirmó que luego de las denuncias de los sectores productivos, la importación de hortalizas de contrabando bajó desde hace unos 30 días, pero volvió a subir hace un par de semanas. Sugirió que las autoridades como la Aduana bajaron la guardia, por lo que se tomaron medidas de protesta como la que se realiza en Parotani, Cochabamba.
“Lo más común que entra de contrabando es la papa y la cebolla y en Santa Cruz, en la zona de los Valles lo que más cultivamos es la papa, por lo que nos perjudica muchísimo”, dijo Miranda, al confirmar que son los restaurantes los que prefieren el tubérculo por su tamaño, sobre todo.
En el mercado Abasto (nuevo) llega papa procedente de Saipina y Mizque, pero en el mercado Abasto (antiguo) se puede encontrar la “papa súper”, similar en tamaño a la peruana, que llega desde Moro Moro, a un precio de Bs 34 por arroba. “Ya estamos implementando la misma semilla, la misma alternativa y estamos logrando producir la misma calidad de la papa peruana. Para solventar este problema (contrabando) tenemos que producir mejor. No nos queda más”, consideró el presidente de Asohfrut.
Desde el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, manifestaron escuetamente que existe un nuevo Comando Especial de Lucha Contra el Contrabando Agrícola, que opera en la frontera con Perú. Éste desarrolla trabajos operativos contra la internación ilegal de productos, a la vez que la Aduana Nacional está aplicando el incremento de aranceles para frenar este tipo de ilícitos.
Por su parte, el presidente de los Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), Mario Moreno, lamentó que después de una pausa en el contrabando de maíz, este cereal ha vuelto a ingresar de forma ilegal desde la Argentina. Acusó a los contrabandistas de atentar contra la producción nacional, que había registrado una leve recuperación de sus precios, hasta Bs 65 por quintal (45 kilos), mientras que el maíz transgénico argentino, en origen, puede llegar a costar hasta Bs 30.
PERSISTE EL BLOQUEO ANTE LA AUSENCIA DEL VICEMINISTRO
Hasta el cierre de la presente edición, los productores de hortalizas del Valle Bajo de Cochabamba, mantenían el bloqueo carretero en la localidad de Parotani, en el kilómetro 90 sobre la carretera a La Paz.
En horas de la tarde se esperaba al titular del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas, quien debería sostener una reunión con los dirigentes, pero hasta horas de la noche no se había hecho presente. Personeros de esa repartición estatal indicaron que pudo haber inconvenientes en el vuelo desde la ciudad de El Alto hasta Cochabamba, por lo que el viaje se lo debió realizar vía terrestre.
El representante de los productores, Armando Céspedes, denunció que el Gobierno prefiere dialogar solo con sectores afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), por lo que desconocieron a la Federación Departamental de Regantes de Cochabamba y la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos. Asimismo, en la estación Oconi, los productores, amenazaron con radicalizar las medidas de presión.