La expresidenta transitoria Jeanine Áñez, que está recluida de manera preventiva desde marzo pasado por el caso Golpe de Estado de 2019, solicitó una audiencia a la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para explicar “documentalmente” los motivos por los cuales considera que debe ser liberada.
“Mediante la presente solicito respetuosa y encarecidamente una audiencia para que mi hija, Carolina Ribera Áñez, participe en representación mía, toda vez que a la fecha me encuentro privada de libertad en la ciudad de La Paz, por una decisión política del actual presidente de Estado, Luis Arce, mismo que pertenece a la organización política ‘Movimiento Al Socialismo’ del señor Evo Morales”, indica la carta, con fecha 19 de julio, enviada por Áñez a Bachelet.
La exmandataria recuerda en su misiva que es tildada de “autoproclamarse” como presidenta el 12 de noviembre de 2019, dos días después de la renuncia de Evo Morales a la jefatura del Estado asfixiado por denuncias de presunto fraude electoral, que derivaron en una serie de protestas de distintos sectores opositores a su gobierno, un motín policial y una sugerencia de las Fuerzas Armadas para que dimitiera.
“Por ende (ahora) se me acusa de ser autora de un supuesto ‘golpe de Estado’ (…) contra el señor Evo Morales, juzgándome en esa instancia por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración, que al presente no han sido demostrados ya que no he cometido ningún delito ni antes ni después de asumir mi mandato”, subraya Áñez.
Según su versión, “lo único real y evidente” es que habría cumplido solo con su “deber constitucional” en su calidad de segunda vicepresidenta del Senado al momento de asumir el mando del país en medio de una convulsión social, un “vacío de poder” y en el marco de las normas que “prevén la sucesión constitucional”.
Pero, después de cumplir con mi obligación democrática de pacificar el país y el deber constitucional de convocar a elecciones, “lamentablemente, el actual gobierno, que pertenece a la organización política de Evo Morales, lejos de dar continuidad al proceso de reconciliación entre los bolivianos, haciendo uso de su poder político y quebrantando la independencia del Órgano Judicial, ha activado una persecución judicial contra mi persona”, asegura.
La expresidenta transitoria fue aprehendida en la madrugada del pasado 13 de marzo en la ciudad de Trinidad y posteriormente trasladada a La Paz, donde hasta el momento permanece recluida.
Sin embargo, mi captura fue “de forma directa y sin citación previa (…) vulnerando así mis derechos a la presunción de inocencia y defensa efectiva; además, desconociendo mi calidad de expresidenta dado que (…) debería ser procesada y juzgada mediante juicio de responsabilidades”, remarca.
Posteriormente, según su carta, ha sido incomunicada inclusive con su familia “bajo el pretexto de aislamiento por el COVID-19” y este extremo le generó “un cuadro depresivo que activó una hipertensión arterial prevalente” en su organismo, por la que recibía desde antes una supervisión médica y medicación permanente cada vez que requería viajar y permanecer en La Paz.
Asimismo, recuerda que en abril sufrió una infección severa con afectación a sus riñones por efectos de la precariedad de los servicios básicos y la higiene de los recintos penitenciarios donde permaneció (primero fue recluida en la cárcel de Obrajes y luego fue trasladada a Miraflores).
“En ese contexto, pedí varias veces mi traslado a un centro médico, para recibir un tratamiento adecuado y oportuno; empero, esta petición me fue sistemáticamente negada pretendiéndose, además, minimizar mi problema de salud”, lamenta Áñez.
Es así que al presente, de acuerdo a su misiva, sigue latente el peligro de que podría sufrir “un accidente cerebro vascular o paro cardiaco por el cuadro de hipertensión arterial, (…) mientras el Gobierno sigue activando más procesos penales” en su contra.
“Es por tales fundamentos y por el riesgo que corre mi vida que solicito esta audiencia con su autoridad (señora Bachelet), para que mi hija, en representación mía, pueda demostrar documentalmente todo lo manifestado, explicando y argumentando los motivos por los cuales debo ser liberada y así poder enfrentar todo proceso instaurado en respeto de mis derechos humanos y en mi condición de mujer y exmandataria del Estado”, puntualiza Áñez.