Los cultivos de maíz, trigo, soya, maní y la ganadería, tanto de bovinos y porcinos, son algunos de los potenciales productivos que el sector campesino y empresarios privados consideran importante fomentar en la Región del Gran Chaco para fortalecer el desarrollo agroproductivo de la región.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) al 2019, la superficie cultivable en los tres municipios del Chaco: Yacuiba, Caraparí y Villa Montes, superaba las 67.224 hectáreas y las actividades agrícolas se realizan en dos momentos: en invierno y verano. Mientras, en ganadería se destacan las aves de granja y corral, los bovinos, porcinos de corral y ovinos.
Leopoldo Gareca, dirigente de la Federación de Campesinos de la Región del Chaco, explicó que los principales rubros agrícolas en la región son los cultivos de maíz, trigo y soya, además de verduras y uva, que los últimos años han tenido un buen resultado para los productores.
Las zonas de mayor aprovechamiento agrícola se ubican al pie de monte y parte de la llanura chaqueña, es así que en la campaña agrícola 20-21, solo en Yacuiba, más de 6.500 productores entre medianos y pequeños accedieron a los beneficios de la maquinaria pesada del municipio para preparar los terrenos.
Para Efraín Alvarado, presidente de la Asociación de Empresarios Privados Integrados del Chaco, los cultivos alternativos como la vid, la palta y los cítricos son altamente potenciales para desarrollar en la región, pues existen las condiciones.
“La miel de abeja, la fruticultura, los críticos, la palta y el maní en la zona de Caiza son potenciales (…)”, detalló. Al indicar que también se debe aprovechar la producción de pescado, tomando en cuenta que el 70 por ciento del pescado que consume Bolivia es importado, pero la región del Chaco por el clima y la altura se adecua perfectamente para la crianza de peces, aunque son proyectos que requieren inversión a mediano plazo.
Sin embargo, está pendiente una cumbre productiva con la participación de diferentes sectores, donde se prevé definir los pilares fundamentales de desarrollo productivo del Chaco, pues el objetivo es dejar de ser “mono dependientes” de los ingresos hidrocarburíferos.
Consultado sobre el tema, Oscar Daroca, consultor internacional y director del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) Tarija, explica que es importante fortalecer las líneas agrícolas productivas en todo el departamento, y en el caso particular del Chaco los granos y la ganadería.
Para impulsar el desarrollo agroproductivo en la región, a criterio de Daroca, se requiere hacer una serie de análisis no solo en el Chaco sino en toda la meseta productiva que tiene Tarija como departamento, que va desde la zona Río San Juan del Oro hasta la llanura chaqueña.
“El Río San Juan del Oro es semilleristas, me subo hasta los valles alto Paicho y Tomayapo, me bajo a la meseta altiplánica que tiene riego y potencial productivo, el valle central hortofrutícola, luego a la línea subtropical, parte de Bermejo y Entre Ríos, con sus cultivos potenciales ahí, luego bajamos al pie de monte y zona de transición, y la llanura del Chaco que son los tres pisos ecológicos, ese es nuestro departamento productivo y tenemos que aprovecharlo”.
Daroca coincide con el sector campesino que primero se debe potenciar los cultivos tradicionales de cada piso ecológico y luego despegar los productos alternativos.
Trigo, maíz, soya los principales productos
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), dan cuenta que los principales cultivos en la región del Chaco son el maíz, trigo y soya, tanto en la temporada de invierno y verano. Es así que Yacuiba, en invierno, el trigo supera las 365 hectáreas, la papa 10,25 hectáreas, luego el sorgo y la sandía.
En Villa Montes en invierno destaca la soya con más de 52,80 hectáreas, además de la avena, el trigo y la arveja verde. Mientras en Caraparí es el maíz, que supera las 9.124 hectáreas, la soya en más de 1.039 hectáreas, en menor proporción están los críticos, hortalizas y frutales