Cansados de los petardos, el ruidoso sonido de las vuvuzelas y las sirenas, un grupo de vecinos del barrio El Constructor increpó a los maestros que están asentados afuera del colegio Santa Ana, donde se realiza el Congreso Plurinacional de Educación.
Y es que los representantes del Magisterio Urbano decidieron apostarse afuera de la unidad educativa y protestar en contra del Congreso. Por lo que durante toda la semana han protagonizado ruidosas manifestaciones, sin tener consideración de quienes habitan por el lugar. Sin considerar si quiera que a pocas cuadras está el policlínico de la Caja Nacional de Salud, donde acuden pacientes con diferentes dolencias.
Hartos de esa situación, increparon a los maestros protestantes. “Ya no queremos petardos, basta”, era el pedido de los vecinos, quienes advertían que por la zona hay niños con autismo, mujeres embarazadas y adultos mayores, que se ven afectados por tanto ruido.
Hasta pidieron la intervención de la Policía para que cese el escándalo.
Sin embargo, los maestros, más allá de escuchar la solicitud, continuaron reventando petardos incluso por la noche. El ruido de estos es tal, que claramente se oyen hasta la avenida Potosí.
¿Su argumento? “tienen derecho a la protesta”, aseguran.