A través de un comunicado YPFB Transporte S.A. admitió que subsanar la rotura del oleoducto, a la altura de Cuevas, aún demorará tiempo, sin especificar cuánto. Entre tanto, desde la Administradora Bolivia de Carreteras (ABC) aseguraron que el tramo a los valles está habilitado, con excepción de Cuevas, donde se aplica el protocolo de seguridad y no se permite el paso vehicular.
«Es importante informar que, las labores de reparación y la posterior puesta en operación del ducto demandarán tiempo», explican en el comunicado. Y detallan que esto obedece a factores técnicos y naturales que inciden en el proceso: condiciones geográficas y topográficas complejas, que dificultan el acceso y la movilización de equipos; retos técnicos propios del sistema, que exigen procedimientos rigurosos para asegurar la integridad del ducto; y factores climatológicos adversos, que afectan la presión y comportamiento del gas licuado, obligando a extremar medidas de seguridad.
Según la ABC
Por su parte, Anyelo Viruez, de la ABC Santa Cruz, informó que los puntos críticos, en la carretera a los valles cruceños, que «habíamos anunciados están controlados, hay un paso provisional para todo tipo de motorizados. Podemos garantizar la transitabilidad».
Sin embargo, aclaran que «ahora no es el agua, sino el gas. En Palermo, a la altura de Cuevas, hay un ducto que sufrió daños, por lo que los técnicos de YPFB están esperando a que el gas se disipe». Es más, Viruez remarcó que «la transitabilida está garantizada, pero en el tramo de Cuevas, existe un corte y bajo la supervisión de YPFB».
YPFB admite que la reparación del oleoducto en la ruta a Samaipata tomará más tiempo
Hay filas en ambos lados
Justo en Cuevas y debido a las medidas de seguridad que se han implementado, no se permite el tránsito vehicular. E por ello que se ha formado filas kilométricas en ambos lados de la ruta.
Mientras, la población se da modos para alimentar a las familias que fueron evacuadas de la zona más afectada.
Por recomendación de los mismos técnicos de YPFB, no se permite hacer fogatas, ni usar cámaras, ni celulares cerca de la rotura del oleoducto de gas.