Día ocho. Los puntos bloqueo se redujeron de 40 a 29 durante el fin de semana, según informó anoche el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, poco antes de denunciar que el objetivo real de estas movilizaciones es “imponer por la fuerza” la candidatura del expresidente Evo Morales para las elecciones de agosto en medio de una escalada de precios de alimentos de primera necesidad.
“Hay una estrategia del evismo para dar la sensación de que todo el país está paralizado, cuando no es así. En la mayoría del territorio nacional hay total normalidad”, aseguró Ríos en conferencia de prensa. Allí detalló que los operativos conjuntos entre la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas permitieron levantar bloqueos en La Paz, Oruro y Potosí, y que en muchos casos las medidas se redujeron a “expresiones locales sin mayor impacto”. Muchos cortes de ruta fueron rechazados por las mismas comunidades, de acuerdo con reportes policiales.
Durante el fin de semana, decenas de ciuadanos agotaron las despensas de Emapa, la empresa estatal para la producción de alimentos, en ferias que instaló en La Paz, El Alto y Cochabamba, las regiones más ahogadas por efecto de los bloqueos de caminos.
Ríos advirtió, sin embargo, que detrás de las protestas se esconde una maquinaria de violencia organizada. “Ya tenemos 38 policías heridos, ambulancias volcadas, personal de salud atacado y hasta efectivos militares secuestrados. Esto no es protesta, es violencia organizada”, afirmó el ministro.
La autoridad reportó que más de 80 personas fueron detenidas, varias en posesión de armas, explosivos y uniformes policiales. Entre ellas figura un exfuncionario policial dado de baja por deserción. Todos los casos han sido puestos a disposición del Ministerio Público, precisó.
Distorsión
El ministro también acusó a medios “afines a Morales” de difundir desinformación. Denunció el uso de videos antiguos o imágenes de otros países como si fueran de los actuales bloqueos. “Mostraron imágenes de Perú diciendo que eran de Parotani, Cochabamba”, protestó la autoridad.
Ríos confirmó actos vandálicos en Challapata (Oruro), donde comerciantes fueron atacados por no sumarse a las protestas. “Esto ya no es protesta, son actos vandálicos que deben ser sancionados”, advirtió el alto funcionario.
Uno de los hechos que marcó el fin de semana fue el ataque a una ambulancia en Vinto, Cochabamba. La versión oficial señala que el vehículo de la Caja Nacional de Salud fue interceptado, su personal agredido y la ambulancia volcada e incendiada.“Los bajaron, los golpearon al chofer, a la doctora y a una enfermera. Han destrozado la ambulancia”, denunció ayer la ministra de Salud, María Renée Castro. Añadió que el vehículo transportaba cajas con barbijos y jeringas, no gases ni policías como argumentó Evo.
El expresidente, en una intervención radial, negó la versión gubernamental y acusó al Ejecutivo de mentir. “Eran tres policías llenos de gases, no había heridos ni médicos. No quemaron la ambulancia, esa es la mentira”, dijo Evo en Radio Kawsachun Coca.
La ministra respondió: “Salvo que me digan que los barbijos son explosivos y las jeringas son gases lacrimógenos”. Enfatizó que las ambulancias transportaban insumos médicos y que los ataques fueron transmitidos en redes.
El comandante de la Policía de Cochabamba, Edson Claure, informó que cuatro personas fueron aprehendidas con explosivos y dinero, y que 29 más fueron arrestadas, incluyendo al principal sospechoso de ese ataque.
Morales minimizó los hechos y acusó al Gobierno de utilizar a las Fuerzas Armadas para reprimir a la población. Afirmó que soldados fueron movilizados a la zona sin órdenes formales y reiteró que existe una campaña para desprestigiarlo internacionalmente. “Convocan a embajadores y organismos internacionales para decir que Evo es golpista, sedicioso, terrorista. Nadie cree eso”, señaló.
Asimismo, expresó su respaldo a que una comisión internacional investigue los hechos. “Estoy de acuerdo. Que vean el lugar”, afirmó desde Lauca Ñ, el poblado donde está protegido por sus bases. Pesa sobre él una orden de aprehensión que no se ejecutó.
Preocupación
Frente a los eventos, el defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, instó a una tregua nacional. “Estamos entrando a lo irracional. No podemos permitir que esto se traduzca en sangre, violencia, heridos. Necesitamos una tregua”, advirtió.
Callisaya destacó que la actual crisis mezcla el malestar económico con la incertidumbre electoral. “Ambos factores pueden desembocar en una consigna extrema: la renuncia del presidente”, alertó la autoridad.
Pidió que la resolución de los conflictos se encamine por la vía democrática. “Esto debe resolverse en las urnas, no en las calles. La ciudadanía merece certezas, no más violencia”, concluyó en una rueda de prensa.